Israel aprobó el lunes planes para capturar toda la Franja de Gaza y permanecer en el territorio por un tiempo no especificado, dijeron dos funcionarios israelíes, en un movimiento que, de implementarse, ampliaría enormemente las operaciones de Israel en el territorio palestino y probablemente provocaría una feroz oposición internacional.
El nuevo plan, que fue aprobado en una votación a primera hora de la mañana por los ministros del gabinete israelí, también exige que cientos de miles de palestinos se desplacen hacia el sur de Gaza. Eso probablemente equivaldría a su desplazamiento forzoso y exacerbaría una crisis humanitaria ya grave.
El nuevo plan
Los detalles del plan no fueron anunciados formalmente, y su momento e implementación no estaban claros. Su aprobación se produjo horas después de que el jefe militar israelí dijera que el Ejército estaba llamando a filas a decenas de miles de soldados en la reserva.
El plan puede ser otra medida de Israel para tratar de presionar a Hamás para que haga concesiones en las negociaciones de alto al fuego.
Una tercera persona, un funcionario de defensa, dijo que el nuevo plan no comenzaría hasta después de que el presidente estadounidense Donald Trump concluya su visita a Oriente Medio este mes, permitiendo la posibilidad de que Israel pueda acordar un alto al fuego mientras tanto.
Los tres funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque estaban discutiendo planes militares.
Israel retiró sus tropas de Gaza en 2005 después de una ocupación de décadas y luego, ante repetidos ataques desde el territorio, impuso un bloqueo junto con Egipto.
Capturar y potencialmente ocupar el territorio nuevamente por un período indefinido no solo acabaría aún más con las esperanzas de un estado palestino, sino que también incrustaría a Israel dentro de una población profundamente hostil y plantearía preguntas sobre cómo Israel planea gobernar el territorio, especialmente en un momento en que está considerando cómo implementar la visión de Trump para tomar el control de Gaza.
Desde que un alto al fuego entre Israel y el grupo militante Hamás colapsó a mediados de marzo, Israel ha lanzado ataques feroces en el territorio que han matado a cientos de personas. Ha capturado franjas de territorio y ahora controla aproximadamente el 50% de Gaza.
Antes de que terminara la tregua, Israel bloqueó toda la ayuda humanitaria allí, incluyendo alimentos, combustible y agua, desencadenando lo que se cree que es la peor crisis humanitaria en casi 19 meses de guerra.
La guerra comenzó cuando milicianos liderados por Hamás atacaron el sur de Israel el 7 de octubre del 2023, matando a 1,200 personas y tomando alrededor de 250 rehenes. Israel dice que 59 cautivos permanecen en Gaza, aunque se cree que unos 35 están muertos.
La ofensiva de Israel ha desplazado a más del 90% de la población de Gaza y, según funcionarios de salud palestinos, ha matado a más de 52,000 personas allí, muchas de ellas mujeres y niños. Los funcionarios no distinguen entre combatientes y civiles en su conteo.
El Ministerio de Salud palestino en Gaza indicó el lunes que los cuerpos de 33 personas muertas por ataques israelíes han sido llevados a hospitales en las últimas 24 horas. El ejército israelí no ofreció comentarios inmediatos sobre los ataques.
Israel trata de aumentar la presión sobre Hamás
Los funcionarios israelíes dijeron que el plan aprobado incluía la “captura de la franja y la retención de territorios”.
El primer ministro Benjamin Netanyahu declaró el lunes que el gabinete había decidido una “operación poderosa en Gaza”, incluyendo “un traslado de la población para protegerla”.
El plan también buscaría evitar que el grupo armado Hamás distribuya ayuda humanitaria, lo que Israel dice fortalece el dominio del grupo en Gaza. También acusa a Hamás de quedarse con la ayuda para reforzar sus capacidades, sin proporcionar evidencia.
Los trabajadores humanitarios niegan que haya una desviación significativa de la ayuda hacia los militantes, diciendo que la ONU monitorea estrictamente la distribución.
Los funcionarios manifestaron que Israel estaba en contacto con varios países sobre el plan del presidente Trump para tomar el control de Gaza y reubicar a su población, en lo que Israel ha denominado “emigración voluntaria”, una idea que ha provocado condenas generalizadas, incluidas las de países europeos, y grupos de derechos han advertido que podría ser un crimen de guerra.
Durante semanas, Israel ha estado tratando de aumentar la presión sobre Hamás para que el grupo acepte sus términos en las negociaciones de alto el fuego. Pero las medidas no parecen haber movido al grupo.
El anuncio de expansión de Israel enfureció a las familias de los rehenes que temen que cualquier extensión del conflicto ponga en peligro a sus seres queridos. El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas instó a los responsables de la toma de decisiones de Israel a priorizar a los rehenes y asegurar un acuerdo rápidamente.
En una reunión de un comité de la Knéset (parlamento israelí) el lunes, Einav Zangauker, cuyo hijo Matan está siendo retenido como rehén, pidió a los soldados “no presentarse para el servicio de reserva por razones morales y éticas”.
Algunos reservistas han indicado que se negarán a servir en una guerra que ven como políticamente motivada.
Israel quiere evitar que Hamás maneje la ayuda
El funcionario de defensa dijo que el plan “separaría” a Hamás de la ayuda utilizando empresas privadas y áreas específicas aseguradas por el ejército israelí. Agregó que los palestinos serían examinados para evitar que Hamás acceda a la ayuda.
Según un memorando circulado entre grupos de ayuda y visto por The Associated Press, Israel dijo a las Naciones Unidas que utilizará empresas de seguridad privada para controlar la distribución de ayuda en Gaza.
La ONU, en un comunicado el domingo, apuntó que no participará en el plan tal como se le presentó, diciendo que viola sus principios fundamentales.
El memorando resumía una reunión entre el organismo de defensa israelí encargado de coordinar la ayuda a Gaza, llamado COGAT, y la ONU. Fue escrito por un grupo informado sobre la reunión y enviado el domingo a organizaciones de ayuda.
Según el memorando, bajo el plan de COGAT, toda la ayuda entrará a Gaza a través del cruce de Kerem Shalom, en aproximadamente 60 camiones diarios, y se distribuirá directamente a las personas. Antes de la guerra, unos 500 camiones entraban a Gaza cada día.
El memorando estipula que se utilizará tecnología de reconocimiento facial para identificar a los palestinos en los centros logísticos y las alertas por mensajes de texto notificarán a las personas en el área que pueden recoger la ayuda.
COGAT no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La ONU acusa a Israel de “táctica de presión”
Después de que Israel anunciara que controlará la distribución de ayuda en Gaza, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU envió un correo electrónico a los grupos de ayuda, instándolos a rechazar cualquier “restricción draconiana sobre el trabajo humanitario”.
La Oficina, en un correo electrónico enviado el lunes a los grupos de ayuda compartido con la AP, afirma además que existen mecanismos para garantizar que la ayuda no sea desviada.
Anteriormente, la Oficina declaró en un comunicado que el plan dejaría a grandes partes de la población, incluidos los más vulnerables, sin suministros. Aseguró que el plan “parece diseñado para reforzar el control sobre los artículos de sustento como una táctica de presión, como parte de una estrategia militar”.
Los grupos de ayuda han dicho que se oponen a utilizar cualquier personal armado o uniformado para distribuir ayuda que podría potencialmente intimidar a los palestinos o ponerlos en riesgo.
Hamás denunció los esfuerzos de Israel para controlar la distribución de ayuda humanitaria en Gaza como una violación del derecho internacional.
En un comunicado el lunes, el grupo alegó que el esfuerzo es “una extensión de la política de hambre” adoptada por el gobierno israelí en Gaza.