agosto 5, 2025 9:20 am

Lo que deja por fuera el conflicto del Colegio de Abogados

Ricardo Pellerano

La reciente sentencia del Tribunal Superior Electoral (TSE) ordenando el reconteo de votos de las elecciones del Colegio de Abogados de la República Dominicana (CARD), ha dado un nuevo giro al conflicto que se cierne sobre esta importantísima institución. 

Numerosas entidades y personalidades de la comunidad jurídica han manifestado su preocupación, ya que entendemos que el Colegio de Abogados constituye un gremio de peso en la defensa de la constitucionalidad y la democracia de nuestro país.

Para entender mejor su relevancia, nos remitimos a la misión de esta ilustre institución, la cual “es la organización y defensa de la profesión del Derecho, la habilitación para su ejercicio y la función social que corresponde a la abogacía; así como la defensa del Estado de Derecho. Su misión es contribuir a la realización de los valores de la Justicia, la Libertad, los derechos de la persona humana y de una vida democrática”.

Y aquí queremos detenernos, para hacer hincapié en el hecho de que hubo más del 70% de abstención en el pasado proceso electoral. Es decir, que la mayoría de los que integran este gremio no confía, no cree, o por lo menos, no se siente identificada con el CARD.

Pero vamos un paso más allá. Porque nos encontramos que parte de su misión es también velar por la “práctica del ejercicio profesional, pleno de ética y conocimiento jurídico. La Defensa de los derechos y el control del cumplimiento de los deberes profesionales, tal y como se encuentra consagrado en el artículo 10 de la Ley 3-19, que instituye el Colegio de Abogados de la Republica Dominicana (CARD)”.

Lamentablemente, en la práctica abundan delincuentes que, amparados en el ejercicio del Derecho, avergüenzan la toga cometiendo actos inescrupulosos, que contradicen los deberes y preceptos éticos del gremio que representan.

Casos tenemos muchos, pero quizás uno de los más conocidos sea el de Ricardo Antonio Pellerano, altamente conocido por sus actividades ilícitas que lo llevaron a formar parte del nefasto caso Baninter. Y más recientemente, fue noticia por apropiarse indebidamente de la firma Pellerano y Herrera, cometiendo todo tipo de abusos, improperios y hasta amenazas de muerte en contra de su familia.

Es por eso que, como parte de la sociedad dominicana que ve con estupor la guerra interna en este gremio, queremos hacer un llamado a la cordura, al decoro, y a elegir la vía del entendimiento para dirimir cualquier conflicto. Pero, de igual forma, aprovechamos para instar al Colegio a que, en lugar de enfrascarse en un conflicto que solo es importante para su cúpula, tome un rol más activo en la defensa de un ejercicio profesional apegado a la probidad, la ética, la moderación y la confraternidad.

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